Autor, compositor e intérprete Quindiano, nacido en Armenia el 15 de octubre de 1953. Su influencia musical da inicio desde su primera infancia, a través de sus padres y hermanas que integraban sus voces para compartir y alegrar las diferentes reuniones familiares.
No culminó la secundaria, pero eso no fue pretexto para cultivar su gusto la lectura y a la música, la misma con la que animaba desde la primaria los diferentes eventos culturales de su escuela, colegio y barrio.
Inicia su carrera como autor, escribiendo cuentos cortos, ensayos y artículos para revistas y periódicos estudiantiles de su Armenia natal. Muy pronto su inclinación por hacer versos lo ubican definitivamente en escena musical, dando inicio así a una carrera que desde 1971 hasta 1991 lo enmarcó en el anonimato sin dejar por ello de darle rienda suelta a su inspiración. Baladas, boleros, el género tropical y la canción social fueron para entonces el pilar de su obra.
Viterbo (Caldas), Cali, Bogotá y Barranquilla, fueron en un principio ciudades a donde su afán de aventura lo llevaron. Durante su permanencia en la arenosa, participó como aficionado en el Show de Estercita Forero, programa musical que se realizaba los días domingos en la emisora la voz de la patria con la conducción de Felix Chacuto. Allí conoció al Maestro Jorge Araque, ex integrante de la orquesta del Maestro Lucho Bermúdez y quién además tenía su propia agrupación de la cual entró a formar parte como corista y eventualmente como solista.
Después de un receso con la agrupación de Araque, comienza a asistir a los ensayos de la orquesta del Maestro Pacho Galán, como un admirador más de la misma, y posteriormente tiene la oportunidad de interpretar algunos boleros en diferentes presentaciones oficiales por un periodo de dos años.
La música andina colombiana no era realmente de su gusto, por eso su primer bambuco titulado “Sin saber que nos queremos” nació como bolero.
Dos de sus obras fueron interpretadas tanto en la agrupación de Jorge Araque como con la orquesta del Maestro Pacho Galán; una era un porro llamado “Armenia, Armenia” y la otra, un danzón titulado “Playero Triste”, con arreglos de Araque y del maestro Armando Galán Gravina, respectivamente.
En 1976 parte hacia Venezuela y se radica en la ciudad de Mérida. Su larga estadía en ese país marcó un paso importante en su vida musical, porque a raíz de la nostalgia y el dolor de patria, escribió el pasillo “Lo bueno de mi tierra”, “Cuyabro”, “Pedacito de cielo” y muchos otros títulos en aires de la región andina que hasta la fecha, son los preferidos en su amplia producción.
Regresa a su país en 1990 y trata fallidamente de incursionar en el impenetrable mundo de la música en el Quindio, no obstante, continúa escribiendo, y de esa etapa son “Bambuquero” y “Soy el café colombiano”, “Cuando se canta un bambuco” y otros que forman parte de sus casi 200 obras para ese entonces.
En 1991 y por intermedio del Maestro Hugo Moncada, conoce a María Teresa Mendoza, quien lo lleva a presentarse en una tertulia musical, siendo esta la puerta de entrada al mundo de la música andina colombiana, a una carrera que lo ha mantenido vigente, siendo desde ese momento hasta nuestros días el compositor de música andina colombiana más interpretado del país.
En la actualidad, su portafolio cuenta con más de 750 obras, algunas de ellas compartidas en coautoría con representativos compositores como Ernesto Riveros Ramírez, Fabio Augusto Hincapié, Fernando Salazar, Hugo Moncada, Mauricio Arroyave, Diana Alexandra Granados, Tobías Bastidas, Jaime Betancourt, Jorge Alonso Camacho, Carlos Humberto Morales, Gloria Stella Gonzales, Ángela María Moncada, Luis Carlos Vélez, entre otros.