Por Eleuterio Gómez Valencia
El pasado 15 de febrero de 2025, el telón de una nueva edición del Festival Mono Núñez comenzó a levantarse, revelando la imagen que guiará la celebración de su 51.º aniversario. La Fundación Promúsica Nacional de Ginebra (Funmúsica), guardiana de este emblemático evento de la música andina colombiana, concluyó con éxito su convocatoria para seleccionar el afiche oficial, un símbolo que trasciende la mera representación visual para convertirse en un estandarte de la identidad cultural del país.
La convocatoria, un llamado a la creatividad y al talento, atrajo a diseñadores de diversas regiones, quienes presentaron propuestas que buscaban capturar la esencia del festival, un encuentro que celebra la riqueza de las raíces musicales y culturales del Valle del Cauca y de toda Colombia. El proceso de selección, meticuloso y exigente, involucró un análisis profundo de cada obra, donde un comité evaluador consideró no solo la calidad estética y conceptual, sino también la capacidad de transmitir el espíritu del Mono Núñez.
Tras un ejercicio de valoración y deliberación, la obra de la diseñadora santandereana Paola Licht fue elegida como la imagen oficial del 51.º festival. Su creación, un homenaje visual a la tradición andina, exalta la evolución y proyección de este género musical en la actualidad, reforzando el compromiso del festival con la preservación y difusión del patrimonio sonoro del país.
La imagen seleccionada, más que un simple afiche, es una obra de arte que transporta a los espectadores a un universo mágico, donde la música andina colombiana se convierte en un cuento sonoro de hadas. En el centro de la escena, la gran bandola, símbolo inconfundible del festival y homenaje al maestro Benigno «Mono» Núñez, se alza majestuosa, irradiando su luz musical. A su alrededor, las siluetas etéreas de los intérpretes, figuras llenas de movimiento, evocan la pasión y el alma de los aires nacionales.
El paisaje que envuelve esta obra maestra visual no es casualidad. Está inspirado en la riqueza natural del Valle del Cauca, donde la música y la naturaleza se entrelazan en una danza armoniosa. Flores y plantas nativas, las mismas que cada año adornan el escenario del festival, crean un entorno vibrante, como un jardín en eterno florecimiento, regado con las melodías que resuenan de las voces y cuerdas del ancestro. La fauna y la flora del territorio vallecaucano cobran protagonismo, acompañadas por una delicada danza de mariposas que revolotean en perfecta sintonía, añadiendo un aura de ensoñación y poesía.
Paola Licht ha logrado plasmar no solo la esencia del Festival Mono Núñez, sino también el espíritu de un pueblo que, año tras año, rinde tributo a su legado musical y cultural. Su obra, un homenaje visual que transforma la tradición en arte y la música en un espectáculo para los sentidos, marca el inicio de la fase de difusión y promoción de la 51.ª edición del festival.
Este afiche, un canto visual para el alma andina, invita a todos a ser parte de un encuentro que celebra la riqueza de la música colombiana, impulsa el talento de nuevas generaciones y reafirma el valor de la cultura como pilar fundamental de nuestra identidad. La emoción de la diseñadora, expresada en sus palabras, refleja el sentir de un pueblo que se enorgullece de su legado musical y cultural.
«¡Ay qué alegría que salga a la luz este maravilloso póster que participó en una convocatoria para ser la imagen oficial de uno de los festivales más increíbles de todo el país, qué honor y qué emoción que hayan escogido mi trabajo y ver todo lo que me representa como artista engalanando este fantástico Festival de Música Andina Colombiana «Mono Núñez», no me lo creo”, ¡expresó la talentosa artista!